jueves, 4 de octubre de 2018

EDUCACIÓN A DISTANCIA


La educación es un ornamento en la prosperidad y un refugio en la adversidad.
                                                                                                         Aristóteles.


     Sobre educación se han escrito y se seguirán escribiendo tantas líneas y párrafos como pensamientos tiene cada uno de los que escriben sobre ella; en esta oportunidad el epígrafe de Aristóteles; con el cual, se da inicio al tema, es de lo más oportuno y de lo más vigente para referirse, no solo de la educación en si misma, sino de la educación a distancia que si bien no es nueva se presenta novedosa y más vigente que nunca.
     De manera que, según lo indica Aristóteles, la educación es un ornamento, un embellecimiento o la mejor decoración en tiempos de prosperidad; pero, es durante los tiempos de adversidad que la educación se presenta como el mejor de los refugios; la fortaleza y protección que tienen los más débiles para alcanzar el puerto seguro que ofrece la educación.
     Ahora bien, en este refugio en la adversidad que es la educación y cuyo término proviene del latín educare que significa: guiar o formar; esta involucrada la socialización; la cual, solo es llevada a cabo por el hombre como ser social y en este proceso de cultura, que implica la adquisición de conocimientos; se incluyen también, las destrezas y habilidades; así como la adquisición de valores de vida.
     Es decir, en todo este proceso de socialización que es la educación, se está preparando la generación que va a reemplazar la existente, de manera de conservar de esta forma la transmisión de la cultura, la historia, incluso de los planes y proyectos que como sociedad se han diseñado, en camino hacia una plenitud armónica y de crecimiento social, que al pasar del tiempo ha dejado de ser la acostumbrada educación tradicional.
     Ahora bien, la educación se ha venido presentado en los últimos tiempos con un carácter más dinámico; dejando atrás el modo convencional de educar; esto quizás por comprender que la educación es permanente; que no es para un momento o una edad; sino que es para todos y para toda la vida; pero que además, en este proceso todos somos educandos y educadores al mismo tiempo y además que la educación no tiene fronteras.
     Desde este punto de vista, la educación debe favorecer el progreso social, reflejando en su recorrido el pasado; atendiendo las exigencias del presente: pero con la mirada puesta en el futuro y es en ese futuro conectado al presente es que la educación a distancia, cobra una relevancia distinta; pues el individuo es visto y tratado como un todo: pero sin dejar de lado las peculiaridades que lo hacen único.
     En este sentido, señala la Universidad Nacional Abierta (2018) que “la educación a distancia es una modalidad de estudio o proceso de formación independiente mediada por diversas tecnologías, con la finalidad de promover  el aprendizaje sin limitaciones de ubicación, ocupación o edad de los o las estudiantes”, (Párr. 1).
     Además, la educación a distancia según la UNA (2018) “es un estudio autodirigido por el estudiante, quien debe planificar y organizar su tiempo, material didáctico y guía tutorial para responder a las exigencias del curso que sigue, sin restricciones físicas, económicas o sociales y con programaciones y cronogramas flexibles” (Párr. 1).
    Es por esto que, la educación a distancia es presentada como un sistema flexible, donde no se requiere la asistencia física del estudiante; ya que la información o material de estudio, se le envía al alumno por diferentes medios; pero que a su vez demanda un control, una disciplina y una responsabilidad para alcanzar los objetivos propuestos.
     Ahora bien, la educación a distancia presenta rasgos que la caracterizan, distinguen y la hacen más novedosa que la educación tradicional, como el aprendizaje flexible e independiente; lo cual le permite al estudiante ejercer control sobre su tiempo de estudio, pero ahora se le agrega el enfoque tecnológico permitiendo una comunicación masiva, lo cual puede llegar más lejos y en menos tiempo; en su recorrido histórico encontramos que “la educación a distancia tiene sus orígenes a mediados del siglo XIX” donde se utilizaba “la correspondencia como medio para hacer llegar los materiales de información a los estudiantes”, más adelante en “1930 se integra la radio con emisiones para complementar lo visto en las aulas” para “los años 1960 se incorpora la televisión” y más adelante se agrega el teléfono y como lo señala Flores Herrera Ramona (s.f. Párr. 7-11).
     Posteriormente, “en los años 1960 a 1985 se utiliza como medios, las cintas de audio, cintas de video, casetes, el fax”, según lo señala Flores H. Ramona (s.f.) y agrega que “en ésta fase la comunicación se vuelve un poco más interactiva propiciando la retroalimentación por parte del profesor” (Párr. 11).
     De manera que, ya educando y educador no están cara a cara y al existir esa distancia física entre el docente y el (o los) estudiante y entre estudiantes, “el docente se convierte en un facilitador y asesor del aprendizaje”; es pues, “un creador de situaciones con medios innovadores que permiten al alumno lograr los cambios de conducta y el desarrollo de las habilidades que necesita” según la UNA (2018. Párr. 3).
     Ahora bien, es desde mediado de los años ochenta, “hasta la fecha [donde] se incorporaron las computadoras [con] el Internet” y el empleo del “correo electrónico, las sesiones de  chats, programas de computadora y programas de auto-instrucción, así como el material almacenado en discos y en CD, audio conferencias y videoconferencias por Internet” donde la educación a distancia es más interactiva y dinámica, según Flores H. Ramona (s.f. Párr. 12) incluso algo que se hace cada día más práctico y común como es el uso del whatsapp, para evaluaciones más rápidas.
      Pero, esta forma de educación representa un reto en su proceso, estructura organizativa y en las actividades que debe llevar a cabo para cumplir tal fin; es por ello que Gil Rivera. Ma. Del Carmen E. (2018) señala; que “como parte de la gestión educativa identificamos tres grandes procesos interrelacionados: gestión de proyectos, del aprendizaje y administrativa” dentro de la educación a distancia (Párr. 10).
     Es importante saber que, en la actualidad, ”el concepto de administración educativa tiende a sustituirse por el de gestión educativa, entendiéndose como la organización, dirección, coordinación, elaboración del presupuesto, supervisión, evaluación y control de recursos para garantizar una educación con calidad” en los cuales “se involucran procesos teóricos y prácticos integrados —horizontal y verticalmente— para resolver problemas y necesidades educativas de la sociedad” y que “la gestión educativa para la planeación y creación de programas a distancia cobra relevancia debido a que en esta modalidad todo tiene que planearse con anticipación”, según lo indica Gil R. Ma. Del Carmen (2018. Párr.3-4).
     De manera que, en la educación a distancia, “todo programa educativo, es producto de un proyecto institucional que responde a necesidades específicas de la sociedad a la que atiende” o a la que va dirigida y para ello se hace “necesario partir de la gestión de proyectos” esto implica “planteamiento, ejecución y control” el cual va, “desde que se inicia hasta que concluye con la evaluación” donde se señala “si se ha alcanzado el objetivo educativo en un plazo determinado” aquí “se incluye la organización y administración de recursos humanos, infraestructura tecnológica, estimación de costos y tiempos de realización, aspectos pedagógicos y comunicacionales”, según Gil Ma. Del Carmen (2018.Párr. 17-18).
     Asimismo, señala Gil Ma. Del C. (2018) que la gestión del aprendizaje, “se encarga de todo lo relacionado con los requerimientos académicos para que el docente enseñe y el estudiante aprenda” y que en “la educación a distancia es necesario tomar en cuenta diversos aspectos del nivel educativo al que están dirigidas sus acciones, así como las necesidades de formación y actualización identificadas con anticipación” (Párr. 28-29).
     Además, de la gestión de proyectos y del aprendizaje; esta la gestión administrativa, y según señala Gil Ma. Del C. (2018) “en muchas ocasiones no se toma en cuenta la relevancia de este tipo de proceso administrativo que permite la interrelación entre los procesos de la gestión de proyectos y la del aprendizaje; pues esta se “finca en la racionalización de los recursos humanos, los apoyos financieros y la calidad de los servicios educativos que ofrece la institución para apoyar los diferentes programas” de manera de, “cumplir con el trinomio costo-plazo-calidad” (Párr. 39-40).  
      Aunque, “esta modalidad de estudio se caracteriza, fundamentalmente, por la separación física de los profesores”, se le agrega, “el uso la tecnología de información y comunicación”, además de “material impreso, material digitalizado, material audiovisual, recursos informáticos, otros materiales y medios” los cuales son necesarios “para la instrucción y la interacción entre profesores y estudiantes y estudiantes entre sí” lo cual permite; “la facilitación de estrategias de educación permanente y la igualdad de oportunidades de estudio a toda la población” según lo indica la UNA (2018. Párr. 2).
     Sin embargo, es necesario entender que no hay un modelo organizacional único de educación a distancia; ya que este puede ser bimodal o mixto y multimodal; y aunque inicialmente esta modalidad de estudios estaba dirigido solo para adultos, en los últimos tiempos se han agregado los más jóvenes e incluso, se puede encontrar a niños integrados a distintos procesos de aprendizaje en línea, como la enseñanza de algunos idiomas.
     Pero, en el caso específico de la educación superior el Centro Nacional de Universidades CNU y la Oficina de Planificación del Sector Universitario OPSU (2009) señalan que “la Educación Superior a Distancia en Venezuela, debe responder a los requerimientos actuales de la sociedad del conocimiento, y sustentarse en los avances científicos, tecnológicos y comunicacionales” para ello, presentan unas serie de normativas “lineamientos y pautas que permiten garantizar un desarrollo ordenado de la modalidad a distancia, en el ámbito de la educación superior venezolana, a fin de alcanzar los niveles académicos de calidad requeridos” (Pág. 4).

TÍTULO II LA MODALIDAD A DISTANCIA EN LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Capítulo III
De la Organización de la Modalidad de Educación a Distancia
Artículo 19: Para implementar la modalidad a distancia las IES deben contar con un Sistema académico-administrativo y con personal capacitado para la organización, seguimiento, apoyo metodológico y técnico, gestión y evaluación de los programas bajo la modalidad a distancia, tanto de pregrado como de postgrado.

TÍTULO III DE LA GESTIÓN ACADÉMICA DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR A DISTANCIA
Capítulo I
Del Modelo Pedagógico
Artículo 26: La modalidad de educación a distancia debe estar sustentada por un modelo pedagógico, fundamentado en un enfoque flexible, innovador, situado en contexto, y de alcance integral en lo académico, profesional, personal y social. Este modelo debe promover la inclusión, la equidad y la atención al desarrollo de competencias para el conocer, el hacer, el ser y el convivir.

Capítulo VI
De la Calidad
 Artículo 55: La calidad de la modalidad de educación a distancia se establecerá en términos de su pertinencia, eficiencia y eficacia Parágrafo Único: Se entenderá por pertinencia la correspondencia entre lo planificado y lo requerido, tanto por las necesidades y demandas sociales como por las condicionantes y exigencias propias de las IES. Eficiencia como la capacidad de las IES de alcanzar los objetivos y metas programadas con el mínimo de recursos disponibles y tiempo, logrando su optimización. Eficacia como la correspondencia entre lo planificado y ejecutado con los logros esperados.

TÍTULO IV DE LA INFRAESTRUCTURA TECNOLÓGICA DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR A DISTANCIA
Capítulo II
De la Planta Física
Artículo 67: Las IES, deben establecer el lugar preciso que identificará su sede, aun cuando imparta la modalidad a distancia en forma exclusiva. De igual forma, contar con la planta física acondicionada para el desarrollo y mantenimiento de las funciones académicas, tecnológicas y administrativas requeridas para la educación a distancia.

TÍTULO V DE LA GESTIÓN
Capítulo I
Del Funcionamiento de las Instituciones
 Artículo 69: La gestión de la ESaD, debe considerar los siguientes aspectos: a) Integración y coordinación de lo académico, administrativo y tecnológico. b) Seguimiento y control permanente de los procesos y estrategias desarrolladas. c) Aseguramiento de los recursos necesarios para la sustentabilidad de la modalidad a distancia
     De manera que según el CNU y la OPSU (2009) “las Instituciones Venezolanas de Educación Superior no son ajenas a la evolución de la educación a distancia” y estas “han reconocido que en la sociedad actual necesariamente tienen que realizar cambios basados en la incorporación de innovaciones educativas” basadas “en el uso racional de las tecnologías de la información y la comunicación” las cuales deben servir “para propiciar dichas innovaciones, para garantizar la formación de los docentes y los investigadores, todo ello dentro del marco de sistemas de formación avanzada, continua, abierta y crítica” tanto de “la educación a distancia como otras modalidades educativas” (Pág. 4).
     Para terminar, Zorrilla Abascal, María Luisa y Castillo Díaz, Maribel (2013), señala que “la implementación de las modalidades alternativas de educación, por un lado, y la modernización e innovación de las prácticas docentes en el aula, por el otro” son procesos que se vinculan y que además en la actualidad “ambos procesos convergen en uno solo” y esto “se asocia con la incorporación de las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) en el ámbito de la educación superior (Párr. 13).
     Finalmente, “la educación a distancia, dada la amplia cobertura social que puede alcanzar, hace realidad la igualdad de oportunidades y acceso al estudio”, para todos, “por lo que se transforma en una respuesta a la demandas de educación” especialmente la educación superior según lo señala la UNA (2018. Párr. 3).

















BIBLIOGRAFIA


CNU. OPSU. (2009). PROYECTO NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR A DISTANCIA.  

Flores Herrera Ramona (s.f.) Administración de la educación a distancia en Venezuela

Gil Rivera. Ma. Del Carmen E. (2018). LA GESTIÓN EDUCATIVA EN LA EDUCACIÓN A    

Pavajeau Nohora (2012). La educación a distancia debe gestionarse de manera diferente a la
     educación presencial. Alfabetización tecnológica de docentes, administrativos,
     investigadores, estudiantes y grupos de apoyo. Tomado de:  

 Universidad Nacional Abierta (2018). Educación a distancia. Tomado de:  

Zorrilla Abascal, María Luisa y Castillo Díaz, Maribel (2013) Blog de multimodalidad

     educativa. Tomado de: https://www.uv.mx/blogs/sea/2013/08/01/de-unimodal-a-multimodal-una-transformacion-en-proceso-en-la-educacion-superior-en-mexico/


sábado, 22 de septiembre de 2018

ÉTICA DEL EDUCADOR RELACIÓN CON LA NORMATIVA EDUCATIVA VENEZOLANA

La educación no cambia al mundo: cambia a las personas que van a cambiar el mundo. Paulo Freire


     Sobre educación y docencia se ha escrito mucho y seguramente se seguirá escribiendo mucho más; al igual que sobre la ética; por lo cual, es bueno iniciar aclarando; lo que se entiende por educación, docencia y ética; para luego poder adentrase a situaciones más complejas como la ética profesional del educador; así como la normativa que rige dicho campo en Venezuela.
     En cuanto, a educación, León Aníbal (2007) señala que “es un proceso humano y cultural complejo” y además que “es un todo individual y supraindividual, supraorgánico”; la cual, “es dinámica y tiende a perpetuarse mediante una fuerza inertica extraña”, que “está expuesta a cambios drásticos, a veces traumáticos y a momentos de crisis y confusiones”  (Pág. 3).
     Por otra parte, y de manera más sencilla, se puede decir que la educación también, “busca la perfección y la seguridad del ser humano” y que, no es más, sino “una forma de ser libre” y que “así como la verdad; la educación nos hace libres”; pero como, “la antinomia más intrincada de la educación: la educación busca asegurarle libertad al hombre”; entonces, “la educación demanda disciplina, sometimiento, conducción y se guía bajo signos de obligatoriedad y a veces de autoritarismo, firmeza y direccionalidad”; lo cual, termina siendo para algunos “libertad limitada”, según lo señala León Aníbal (2007. Pág. 3).
     Por otra parte, para León Aníbal (2007) “la educación presupone una visión del mundo y de la vida, una concepción de la mente, del conocimiento y de una forma de pensar; una concepción de futuro y una manera de satisfacer las necesidades humanas” como la “necesidad de vivir y estar seguro, de pertenecer, de conocerse, de crear y producir” (Pág. 5).
     De igual forma, según Altarejos y Naval (2000), mencionados por Aldana de la Vega, Luz Alba y Costa Paris, Cristina (2011), definen a la educación como “la acción reciproca de ayuda al perfeccionamiento humano, ordenado intencionalmente a la razón y dirigido desde ella, en cuanto que promueve la formación de hábitos éticamente buenos” y que “ese estado perfecto del hombre, en cuanto al hombre que se debe llegar por la educación, es el estado perfecto de sus potencias o facultades propias”; pero, que “no se puede olvidar abrirse a la realidad en la que se vive, realidad que es natural, social y también trascendente”(Pág. 18) como la educación misma.
     Ahora bien, teniendo claro sobre lo que se entiende por educación, es posible comprender otro termino como el de docencia; el cual simplemente, “es la acción de enseñar y formar” y aquí en la docencia, “la enseñanza es una actividad” que, “acaba con un producto, lo enseñado” y, “no cabe duda que la profesión educativa es una profesión sui generis”; siendo este “el método que hace eficaz todo proceso educativo”; el cual, permite ayudar a quien lo necesita, enseñándole a buscar, encontrar y alcanzar la verdad” según lo señalan, Aldana de la Vega, Luz y Costa P. Cristina (2011. Pág. 22).
     Del mismo modo, Aldana de la Vega y Costa Cristina (2011) señalan que “desde la reflexión del propio quehacer educativo y teniendo presente la noción de ayuda que acompaña a ese quehacer () [distinguen] cinco características que permiten identificar al profesional de la docencia” las cuales son; “competencia, iniciativa, responsabilidad, compromiso y dedicación” (Pág. 22).
     Además, de estas características y según lo señalan las Declaraciones de la Conferencia Regional de Educación Superior en América latina y el Caribe (CRES) del año 2008 (Declaraciones CRES 2008), mencionado por Aldana y Costa (2011), el docente debe tener otras características como la “capacidad para adaptarse a los nuevos requerimientos de los estudiantes”, también, “debe desenvolverse e interactuar con los alumnos y con otros docentes”, igualmente, “debe estar actualizado para poder aportar nuevos conocimientos a la enseñanza” y aquí algo muy importante, el docente, “debe saber que muchos de sus educandos pueden ser, el día de mañana, profesores de todo el sistema educativo”, (Pág. 26).
     De igual forma, Rojas Artavia Carlos E. (2011) que señala “él y la docente en el ejercicio de su práctica se convierte en modelo para los y las adolescentes, para sus colegas y para el cuerpo institucional del sitio en que labora” pero se extienden sus “límites del claustro universitario” hasta “la comunidad, padres y madres de familia” e incluso a “otras instituciones que conforman el ente social”; por tanto, “no se es un profesional sólo por lo que se hace o dice, sino por la integralidad e integridad manifiesta que pone en juego la personalidad completa de quien ejerce esta digna profesión” (Pág. 3).
     Ahora bien, es esta educación realizada por medio del docente, la que se presenta como la “responsable de la moralidad, de los valores, su preservación y transmisión a las generaciones más jóvenes que crecen con el derecho de poseer y heredar la cultura de sus antecesores, los valores y todo lo creado” y es aquí donde “la cultura forma la mente, se perpetúa a sí misma formando el tipo humano que quiere, tratando de que todos sean más parecidos que diferentes, más homogéneos que desiguales”; según lo indica León Aníbal (2007. Pág. 4)
     Del mismo modo, señala Jiménez Daniel (2013) que según “el ámbito educativo constituye el espacio en el cual los seres humanos pueden responsabilizarse, comunicativamente, por la creación, gestión y aplicación valiosa del conocimiento”; puesto, que es aquí en este espacio donde de manera práctica se transmite esos valores tan necesarios para el desarrollo de una sociedad (Párr.5).
     Ahora bien, entre estos valores se puede incluir a la ética y Rojas Artavia Carlos E. (2011), señala que la ética, “no es simplemente una deontología o un conjunto de normas para regir la conducta de quien ejerce una labor profesional; es un compromiso vivencial que va más allá de la norma escrita y debe hacerse efectivo teórica y prácticamente” (Pág. 1).
     Así que, es necesario saber que “la ética, como ciencia o como disciplina filosófica fue iniciada por Sócrates, quien fue el primero que teorizó sobre los conceptos morales básicos: lo bueno y la virtud” según lo señala Zamudio Teodora (s.f.) y agrega que según una frase de Pitágoras; ’las cosas son para mí como a ti te parece que son’ e indica que esta frase aplicada “al terreno de la ética infieren que para él y los sofistas en general todos los conceptos y valores eran relativos” (Párr. 1, 34).
     Ahora bien, “etimológicamente la ética dimana del término griego ethos que significa costumbre, o lugar donde mora el ser humano”; aunque, “existe otro vocablo que proviene del latín mos-moris, el cual, casualmente, significa también costumbres”; pero, en todo caso se puede decir que “la ética como reflexión teórica, en sus inicios” fue atribuida “a Sócrates (470–399 a.C.) quien pregonaba la aspiración del ser humano por alcanzar su ser pleno y verdadero, mediante el conocimiento y la práctica virtuosa”; pero, cuando se hace referencia a la ética de hoy día esta “se concibe como una reflexión teórica sobre la moral vivida y practicada”; según lo señala Rojas A. Carlos E. (2011. Pág. 6).
     Actualmente, se puede encontrar que existe una ética general y una ética profesional; donde la primera “se refiere a los principios universales del actuar humano (valores, diferencia entre bien y mal, libertad, responsabilidad, acto humano)”, mientras que por su parte la otra que es la ética profesional o “la ética especial o moral profesional aplica [a] los principios de la ética general a situaciones particulares o coyunturales” según lo señala Rojas, Carlos (2011. Pág. 6).
     Pero, es esa ética profesional que menciona Rojas, Carlos (2011), la referida al “compromiso del docente consigo mismo y con el conglomerado social” y donde “este compromiso contempla tanto la aptitud como el cultivo de la misma mediante una actitud constante hacia el crecimiento y la humanización”; pero, además “la auto exigencia y la conciencia crítica se revelan así como consustanciales a la práctica docente”; pues “en todo profesional, pero en particular el que está involucrado en la docencia, los conocimientos o habilidades deben ir acompañados de una sólida formación ética que le permitan ponderar juiciosamente las implicaciones de sus acciones” no solo “para consigo mismo” y su propio crecimiento, sino también “para con los demás”, (Pág. 8). 
     Es decir, este crecimiento y humanización se da con la práctica y con el convivir cada una de las particularidades del ejercicio docente y de la aplicación de las ethos profesional; puesto que “ninguna virtud se produce en el ser humano por naturaleza”, es solo con la capacidad de pulir o perfeccionar estas capacidades y valores donde “las virtudes son una conquista personal que se afianzan cada vez más según sea la constancia con que las ejerzamos” según lo indica Rojas, Carlos (2011. Pág. 8). 
     Ahora bien, queda claro que el docente se va construyendo, con el respeto a la profesión, con el amor a lo que se hace plenamente consciente, sin obligación y sin esfuerzo; solo recibiendo la recompensa de la autosatisfacción y la entrega al bien social y aquí Rojas Carlos (2011) señala que “entonces, todo (a) profesional en docencia ha de ejercer comprometida y responsablemente su labor”; pero aclarando que “no porque exista un código de ética profesional –que lo debe haber- , sino porque se cree profundamente en lo que se hace” (Pág. 19). 
     Sin embargo, aunque puede quedar bien claro que “el compromiso ético, (), no pasa simplemente por el comportamiento deontológico, sino por el convencimiento y la entrega para con la labor realizada” según lo indica Rojas, Carlos (2011. Pág. 19), también es importante familiarizarse y conocer las normas que regulan la ética profesional del educador y la relación que tiene esta, con la normativa de la educación específicamente en Venezuela. 
     Entonces, es necesario presentar, lo que señala el artículo 20 de la Carta Magna en el Titulo III, sobre los Deberes, Derechos Humanos y Garantías; del Capítulo I, de las Disposiciones Generales:
Artículo 20. Toda persona tiene derecho al libre desenvolvimiento de su personalidad, sin más limitaciones que las que derivan del derecho de las demás y del orden público y social.
     De manera, que conociendo, que toda persona tiene derecho al libre desenvolvimiento de su personalidad, y basándose en esta libertad como distintivo; se puede encontrar, más adelante en el Capítulo VI, de los Derechos Culturales y Educativos en su artículo 102; detalles sobre la ética del trabajo; con la finalidad de desarrollarla de manera solidaria y acorde a los procesos de transformación social y por supuesto, fundamentada en el respeto a todas las corrientes del pensamiento y con base a la valoración ética del trabajo.
Capítulo VI, de los Derechos Culturales y Educativos
Artículo 102. La educación es un derecho humano y un deber social fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria. El Estado la asumirá como función indeclinable y de máximo interés en todos sus niveles y modalidades, y como instrumento del conocimiento científico, humanístico y tecnológico al servicio de la sociedad. La educación es un servicio público y está fundamentado en el respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social consustanciados con los valores de la identidad nacional, y con una visión latinoamericana y universal. El Estado, con la participación de las familias y la sociedad, promoverá el proceso de educación ciudadana de acuerdo con los principios contenidos de esta Constitución y en la ley.
     Pero, para cumplir con el fundamentado basado en el respeto a todas las corrientes del pensamiento y a los valores de la identidad nacional los Artículos 104 y 108,  del Capítulo VI, de los Derechos Culturales y Educativos señalan:
Artículo 104. La educación estará a cargo de personas de reconocida moralidad y de comprobada idoneidad académica.
Artículo 108. Los medios de comunicación social, públicos y privados, deben contribuir a la formación ciudadana.
     De manera que la educación en Venezuela aunque sea responsabilidad del Estado, este va a requerir de la participación de las familias y de la sociedad en general; pero, la ética en la educación, también, se apoya en unas leyes más precisas, como lo es las contenidas en el Código de Ética del Profesional de la Docencia y en el artículo 6; en el punto 2 y el 9 resalta lo concerniente a la ética de los deberes del personal docente:
Capítulo I del Personal Docente;
 Artículo 6
1. Observar una conducta ajustada a la ética profesional, a la moral, a las buenas costumbres y a los principios establecidos en la Constitución y leyes de la República.
9. Contribuir a la elevación del nivel ético, científico, humanístico, técnico y cultural de los miembros de la institución en la cual trabaja.
     En este sentido,  Cordero Rosana (2009) señala que es necesario que los docentes mantengan “una vida pública y privada ejemplar”; ya que, “son pilares fundamentales en la formación de los estudiantes y de sus propias familias, porque como bien sabemos las raíces de la educación o de la formación viene de las familias”, (Párr. 23).
     De igual forma, el Código de Ética del Profesional de la Docencia se refiere a las sanciones al incurrir en faltas referentes a la ética como profesional de la educación y en el Capítulo II, de las Faltas y de las Sanciones; Sección Primera de las Faltas, en el punto 5 se indica cuando ocurren dichas faltas:
Artículo 150 Los miembros del personal docente incurren en falta grave en los siguientes casos:
5º Por observar conducta contraria a la ética profesional, a la moral, a las buenas costumbres y a los principios que informan nuestra Constitución y las demás leyes de la República.
     Ahora bien, según lo señalan Fernández Geraldin, García Hyleanna, López M. de los Ángeles, Perozo Solbelys, Riera Hevelin y Salas Yecsika. (2009), “toda profesión tiene un código y unas reglas por las cuales se rige su ética y moral” y en este sentido “la carrera de educación no es la excepción” puesto que “es una profesión de suma importancia para la sociedades de todo el mundo” ya que, “los educadores manejan la formación de las futuras generaciones de relevo” lo cual hace que, “el papel del educador () [sea] un modelo a seguir por sus alumnos”, y agregan que “he allí el asunto delicado, ya que hoy en día existe un trecho muy largo entre ‘el ser y el deber ser`”.
     Para ello, el Código de Ética del Profesional de la Docencia en su Capítulo V, de las Normas Disciplinarias, presenta el siguiente artículo:
Artículo 67: Las faltas de la ética cometidas por ignorancia, negligencia, impericia o mala fe, debidamente comprobadas serán objeto de sanciones por parte del tribunal disciplinario del colegio de profesores de Venezuela sin prejuicio de sanciones establecidas por las leyes correspondientes.
     Ahora bien, para Balestrini Acuña Mirian (2009) “la nueva Ley Orgánica de Educación, representa el inicio del proceso de cambios, en cuanto a principios, valores, bases organizativas y funcionamiento del Sistema Educativo venezolano, atendiendo a lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”; en el cual, señala que “si queremos vivir en un mundo mejor es necesario empezar por transformar la sociedad humana” y para esto “es necesario poner en práctica un nuevo concepto de la educación que nos permita construir y modelar el futuro de sociedad y de mundo que queremos alcanzar” donde “se valore más al ser humano que al capital”, (Párrs. 1  y 3).
     Ya para terminar, Ibarz (1996). Mencionado por Kujawa Haimovici Juan. (s.f.) señala que, "la sencillez de la Ética aplicada le vendrá de su conexión con la experiencia moral ordinaria, de su continuidad con la universal capacidad de todos los hombres para percibir la correcta conveniencia de algo o su repulsa” y que "el mundo organizacional está lleno de intangibles”, de allí que, “el interés por la Ética ha crecido paralelamente con la proliferación de códigos de comportamiento y comités éticos en las organizaciones", (Pág. 1).
     Por lo cual, Kujawa Juan. (s.f.), señala que “la normativa Ética puede plasmarse en normas escritas o de costumbres arraigadas”; pero que, “en las instancias del Poder, la norma consuetudinaria es menos eficaz que la norma escrita” de allí que deban estar presente, de manera explícita, la ética dentro de las diferentes regulaciones, Pero además agrega que “hay una responsabilidad directa en la gestión de los asuntos públicos, que debe complementarse con un Código de Ética de obligada observancia,” puesto que “toda amenaza al mismo es una amenaza al espíritu de la organización, y en particular a la Organización Educativa”, (Pág. 4).
     De manera que, “en una sociedad donde la crisis de valores es reseñada y apuntalada casi a diario, las prácticas antipáticas en contra de la organización son modos seguros de agravar las desigualdades y la marginación social” y es aquí donde “Los Códigos de Ética, se pueden presentar como elementos de equidad, que se reflejarán en la Organización social, la Competitividad, la Transparencia y la Excelencia” así como “en el desempeño de funciones y prestación de servicios. (Como el educativo, por ejemplo)”, Kujawa Juan. (s.f. Pág. 4).
     Finalmente, para muchos, “la Ética en nuestro sistema de gobierno, no se le ha dado la debida importancia como un elemento de su estructura organizativa o funcional, ni en lo teórico ni en lo práctico”, Kujawa Juan. (s.f. Pág. 3), entonces es responsabilidad de todos los involucrados en el sistema educativo, brindarle la relevancia necesaria a la ética sino que es importante hablar del tema y llevarlo a la práctica de manera vivencial.




BIBLIOGRAFIA

Aldana de la Vega Luz Alba y Costa Paris Cristina (2011). Concepto de Docencia
     de Calidad en la Universidad Católica de Colombia. Tomado de:
Balestrini Acuña Mirian. (2009). Algunas reflexiones acerca de la Ley Orgánica de Educación. Tomado de: https://www.aporrea.org/educacion/a86368.html
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Tomado de:
Cordero Rosana. (2009). Código de Ética en la Docencia. Tomado de:
Fernández Geraldin, García Hyleanna, López M. de los Ángeles, Perozo Solbelys,
     Riera Hevelin y Salas Yecsika. (2009). Código de Ética del Profesional de la
     Docencia (Ánalisis, Críticas y Aportes). Tomado de:
Gaceta Oficial de la República de Venezuela. (2000). Reglamento del Ejercicio de
     la profesión Docente. Tomado de: 
Jiménez Daniel (2013). Formación de la ética docente. La ética en la educación
Kujawa Haimovici Juan. (s.f.). La ética en el contexto educativo. Tomado de:
León Aníbal (2007). ¿Qué es la educación? Tomado de: 
Ley Orgánica de Educación. Tomado de:  http://www.defiendete.org/html/de- 
Rojas Artavia Carlos E. (2011). Ética profesional docente: un compromiso 
     Pedagógico humanístico. Tomado de: Dialnet-EticaProfesionalDocente-
     4920530.pdf  
Zamudio Teodora (s.f.). Historias de los Bio/derechos y los pensamientos
     Bioéticos  Tomado de:


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Altarejos y Naval           (2000)
Declaraciones CRES     (2008)
Ibarz                               (1996)
Pitágoras

Socrates

sábado, 25 de agosto de 2018

LA ÉTICA PROFESIONAL Y EL QUEHACER PROFESIONAL

Debemos establecer una ética personal que separe lo negociable de lo no negociable,
el punto de no retorno.        Walter Riso



     Ayer, hoy y mañana el tema de la ética estará siempre como tema de actualidad; aunque no sea la protagonista de grandes titulares, ni sea tendencia de moda para los más jóvenes, es algo que está presente como parte del subconsciente social, está en el diario vivir de una colectividad activa y en constante avance.
     En efecto, la ética forma parte de una cultura social; pero que, no deja de estar en discusión si se aplica correctamente o no se aplica; más aún, el considerar lo que es ético o no, sobre todo en lo referido al campo profesional; como por ejemplo, en la rama médica y en las especialidades que tiene que ver directa o indirectamente con la vida humana.
     Ahora bien, es indudable que, todas las actividades profesionales, están influenciadas de alguna manera por la ética y en este sentido Jaquelin Lira Valle (2009), nos recuerda que, “la ética no es el conjunto de normas, ni tratados, ni leyes que obligatoriamente debamos acatar y cumplir”, sino que, “es una orientación armónica que nos va a ayudar a vivir la vida”, sin importar la actividad que se realice (Párr.3).
     De igual forma, se puede encontrar que la tendencia actual es la de “obrar según ciencia y conciencia”; lo cual es un principio universal, que se entiende humanista y aplicable a situaciones concretas y de responsabilidad profesional, especialmente aplicable a profesiones de contacto humano, pero que en el caso de la educación es determinante y además debe adecuarse a las exigencias actuales de este campo.
     Ahora bien, el desempeño profesional no es más que el producto de la adquisición de conocimientos adecuados para ejecutar una actividad de manera exitosa; la cual, necesariamente debe ser realizada de manera consciente y adecuándose a las necesidades sociales actuales, con una clara conciencia profesional y social.
     En este sentido, resulta imprescindible en la actualidad, esta conciencia profesional junto a lo social; colocados como eslabones de la ética profesional e incluso de la ética en general; específicamente, en lo que nos atañe, que es el área educativa; de manera de poder actuar con la mayor empatía con esos estudiantes a quienes en definitiva va dirigida la labor profesional; y no esta demás en el camino, el tratar de ser fuente de inspiración o ser ejemplo de vida y superación personal pero de manera consiente.
     Además, la consciencia profesional implica una responsabilidad de lo que se hace, por lo que se dice, de como se dice u opina sobre lo que se conoce o no y aquí están sobrentendidos los valores y códigos de la profesión, que se hacen personales, según se apliquen sin esfuerzo mientras se está ejerciendo.
     En este sentido, se puede afirmar que todas “nuestras acciones en la vida van a ser influenciadas por la ética” y es que la ética es la que “establece una conducta a seguir ante los hechos que cotidianamente se presentan” y los que por supuesto se presentaran a futuro, según lo señalado por Lira Valle (2009. Párr.4).
     De manera que, en educación la ética es parte de la concientización profesional; entendiendo que cuando se habla de educación se habla desde la docencia termino que proviene del latín docere ‘enseñar’ y donde el profesional que desempeña la función de la enseñanza es un docente o profesor.
     Pero, este docente quien asume la responsabilidad de transmitir un conocimiento o servir de guía en la búsqueda y comprensión de una información determinada; es también responsable de ir más allá y  tiene en sus manos el poder de formar en valores, con moral y por supuesto sujetos a la ética profesional.  
     Ahora bien, es necesario entender que “las normas éticas o los códigos morales estén también determinados por la naturaleza humana” y que estos; “códigos o normas morales concretas pueden originarse en una convención social, en un acuerdo, en la elección libre de los individuos”, según lo señala Marlasca Antonio (s.f.); puesto que, estas, normas están dirigidas, por el o los hombres, para sí mismo o para ellos mismos (Pág. 2), de manera de lograr una convivencia armónica, entre lo que se enseña y quien lo está enseñando.
     En este sentido, cuando el docente es plenamente consciente de su trabajo y de la labor que realiza es capaz de avanzar con la convicción de quien forma personas que respetan la coexistencia de los otros e incluso; del valor de su propia existencia.
     Ahora bien, según indican Angulo Nerkis y Acuña Iraima (2005) “el término ética se utiliza con frecuencia en nuestro medio” pero ellos señalan que, “mucha gente no conoce bien de lo que se trata” en sí, la ética profesional y por eso agregan, que, “para realizar favorablemente esta labor, tenemos que conocer qué es la ética y cómo debe ser nuestro comportamiento como asesores académicos”, (Pág. 2), el cual debe ir más allá de los espacios destinados para tal fin.
     Es por esto que, González (1997), mencionado por Angulo N. y Acuña I. (2005) señala que "la ética de un profesional no se adquiere en la práctica de la profesión, sino que se gesta desde la formación profesional" y “es aquí [en la formación profesional] donde los docentes debemos actuar”, según lo señalan los mismos autores (Pág. 2).
      Ciertamente, que “la ética se consolida en el momento en que los seres humanos internalizan las normas, de tal modo que no sea preciso ningún tipo de presión exógena para su cumplimiento”, que esta pueda fluir de manera natural, ser parte de los acontecimientos cotidianos; según lo señalado por Angulo N. y Acuña I. (2005. Pág. 2).
     Ahora bien, “términos como bueno, responsable, justicia, igualdad y virtud son aclarados por la ética en función del contexto donde sean formulados” e incluso de acuerdo a la época a la cual se refiere dicho término, y los cuales deben ser trasmitidos, enseñados, vivenciados desde la práctica misma y esto no “significa que no hay una ética para todo espacio y tiempo” y tampoco desmiente que “haya principios éticos presuntamente universales”, que se deben mantener, según lo indican Angulo y Acuña (2005. Pág. 3).
     Asimismo, Angulo y Acuña (2005), indican que “como se refiere al ser humano, la ética trata con elementos intelectuales y afectivos por lo que constituye una orientación para razonar sobre el remordimiento y el arrepentimiento” y que además, está “debe centrarse en la racionalidad para el control de los instintos, para el uso común del espacio físico y los recursos materiales, para normar las relaciones entre los individuos y grupos humanos” y que además, añaden algo muy impórtate y es que “la ética descubre valores en todos los actos humanos”, (Pág. 4).
     De igual forma, Cardona Carlos. (s.f). señala que en todo momento “los centros docentes y los profesionales de la enseñanza tienen que realizar su misión educativa ‑y no simplemente instructiva e informativa‑ con los jóvenes de hoy” pero además agrega, que entiende “que aquel norte inteligente y efectivo para el quehacer educativo de hoy, está en el planteamiento ético de la tarea y del objetivo del educador” (Pág. 4).
     Es decir, para Cardona Carlos. (s.f) simplemente “se trata, (), de ayudar a los centros y a los profesores de enseñanza media ‑especialmente a ellos- a no perder de vista que su meta es la de formar hombres íntegros, personas: [y] por tanto, restituir a la norma ética su primacía! (Pág. 4) de manera, más inteligente; pero sin olvidar que la ética es más sistemática, cuando es más humana.
     Ya para terminar, Angulo y Acuña (2005) señalan  que según “se considera de suma importancia la toma de conciencia [profesional] en cuanto a que la vivencia de lo valores (la educación, la libertad, la dignidad)”, forman parte del quehacer educativo y que, “es auténticamente esencial para ayudar a los profesionales de la docencia a fundamentar con razones de carácter ético las decisiones que han de tomar”, (Pág. 9).



BIBLIOGRAFIA

Angulo Nerkis y Acuña Iraima. (2005). Ética del docente. Recuperado de:  
Cardona Carlos. (s.f). Ética del quehacer educativo. Recuperado de: 
Lira Valle, Jaquelin (2009). Ética. Recuperado de: 
Marlasca Antonio (s.f.). El origen de la ética: Las raíces evolutivas del fenómeno
     moral en F. J. Ayala. Recuperado de: 11Origen de la etica.pdf.





REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

González (1997)

EDUCACIÓN A DISTANCIA

La educación es un ornamento en la prosperidad y un refugio en la adversidad.                                                           ...